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PPC
El PPC no es otra cosa que el “Pago por clic”, o “Pay Per Click”, en inglés, de donde provienen sus siglas.
Este modelo de publicidad en marketing digital supone que el anunciante paga cada vez que un usuario hace clic en él. En lugar de usar otras estrategias como trabajar el posicionamiento SEO de la página, este sistema consiste básicamente en que el anunciante realiza una puja para aparecer en los resultados esponsorizados de Google (los que suelen mostrarse entre los primeros puestos de los resultados del buscador) y que se hace sobre palabras claves de relevancia para dicho publicista (su marca, producto o servicio, empresa etc.).
Esto es, el coste por clic es la cantidad que el anunciante pagará cada vez que un sujeto pinche con el ratón en el anuncio generado por el pago por clic, y aunque resulte quizás obvio, detallaremos que son anuncios que sirven igualmente para productos y servicios. Por tanto, a pesar de necesitar recursos económicos de forma directa, también se observan resultados de forma inmediata.
Las campañas PPC suponen un buen método para que los motores de búsqueda puedan mostrar el anuncio en los primeros puestos y páginas. Pero también se ubican al final de las mismas, para que surjan resultados cuando pensamos que hemos llegado al final de la búsqueda.
Es esencial establecer un presupuesto para estas pujas por palabras clave y monitorizar dichos anuncios PPC a lo largo del tiempo para conocer si el tipo de campañas que hemos establecido funciona o no. Por tanto, no debe percibirse esta inversión como un coste, sino como una inversión.
También, es esencial realizar una segmentación, para controlar a qué audiencia se dirigen nuestros anuncios de modo que sean más eficaces: quienes hagan clic en nuestro anuncio, serán personas altamente interesadas en nuestro producto.
Hay que añadir que es posible realizar varias pujas para generar distintas campañas y ver cuál de estas genera más beneficios. Igualmente, es necesario revisar de forma periódica, analizar, y comenzar de nuevo.
Es un modelo que se popularizó gracias a Google Ads, e imitaron otras plataformas como Facebook Ads y que es fácilmente reconocible en buscadores, al aparecer al lado la palabra “Anuncio”. No obstante, el posicionamiento PPC se puede aplicar también a otros motores de búsqueda como Yahoo o Bing, pero hablamos de Google por ser el más conocido.
Así, continuando con Google, hablaremos de AdWords como herramienta gratuita que ofrece el gigante para realizar este modelo de publicidad. Así, aunque es cierto que la herramienta es gratuita, hay que decir que abonaremos un precio en función de lo que se esté dispuesto a pagar por cada clic: a mayor cantidad, mejor posicionamiento y visibilidad (en términos generales).
En redes sociales también podemos encontrar opciones de Pago Por Clic, aprovechando la información que la red ya tiene previamente sobre el usuario. Son anuncios que suelen aparecer en una columna lateral o conforme hacemos scroll en la sección de noticias (caso de Facebook). Por tanto, son anuncios altamente segmentados, en función de nuestras búsquedas e intereses.
Como ventajas, podemos mencionar que 1) el PPC supone pagar por las visitas recibidas (frente a la publicidad en la que se muestra el anuncio, pero sin garantía de que se pinche sobre él), 2) se paga por resultado real, 3) ofrecen mucha información sobre la utilidad del anuncio, 4) este llega al segmento de población que hemos establecido previamente y 5) los resultados son inmediatos.
6) Genera también tráfico y conversiones, elementos fácilmente medibles a través de plataformas, y 7) permite generar de nuevo engagement mediante la visibilidad de nuestra marca.
Terminaremos añadiendo que a pesar del buen funcionamiento de este modelo, de poco nos servirá si nuestra página web no es accesible, visualmente atractiva, carga lentamente, dificulta encontrar la información etc.
