Roa
El ROA, por sus siglas en inglés return of assets, o retorno de activos en español, es uno de los indicadores financieros más usados para medir la rentabilidad general de una organización. Esta fórmula permite evaluar cómo se están organizando los activos de una empresa y, en definitiva, si se están haciendo las cosas bien para conseguir el máximo rendimiento posible.
Qué es y para qué sirve el ROA (Retorno de activos)
Como decimos, se trata de una métrica que mide la eficiencia con la que una empresa utiliza sus activos para generar beneficios. Pero, antes de continuar, es importante determinar qué entendemos por activos: son todos los recursos económicos que posee una empresa cuyo uso principal se destina a generar ingresos y beneficios. Para entender aún mejor los tipos de activos en un empresa, debes saber que estos se dividen en bienes tangibles (maquinaria especializada, por ejemplo) e intangibles (reputación de marca).
Hecha esta aclaración y volviendo al ROA, este concepto nos permite ampliar el interés más allá de lo que implica las inversiones directas, ya que se pueden obtener cifras positivas en el retorno de la inversión y tener un ROA mejorable.
Por tanto, el ROA nos ofrece una información fidedigna sobre la optimización de los activos y la eficiencia operativa en la manera en que una empresa utiliza sus activos para generar ganancias.
La utilidad de este indicador es, principalmente, permitir a los inversores y directivos evaluar la rentabilidad de los recursos invertidos y compararlos con otras empresas del sector. Ya adelantamos que un ROA alto significa que la empresa está utilizando sus recursos de manera eficiente mientras que un ROA bajo puede significar ineficiencias en la gestión de activos.
¿Cómo se calcula el ROA?
La fórmula para calcula el ROA es la siguiente:
ROA = (Beneficio Neto / Activos Totales) × 100
Mediante esta fórmula, obtenemos un resultado que nos permite determinar la rentabilidad que se obtiene por cada euro invertido en los activos de una empresa. Con esta cifra sobre la mesa, podemos responder con seguridad a preguntas como, ¿es nuestra organización logística acertada?, ¿de qué manera nos afecta el precio de las materias primas? o ¿hay alguna parte en la producción del bien o servicio que podamos mejorar?.
Ejemplo de cómo calcular el ROA
Veamos un ejemplo de cómo se aplica la fórmula para un caso concreto. Supongamos que una empresa ha obtenido un beneficio neto de 5 millones de euros, y sus activos totales ascienden a 50 millones de euros. Aplicando la fórmula:
ROA = (5 / 50) x 100 = 10%
Este resultado indica que la empresa está utilizando sus activos de manera eficiente ya que obtiene un 10% de rentabilidad sobre el total de sus activos. Ahora bien, ¿cómo se interpreta este resultado? ¿es una buena o mala cifra?. Profundizamos sobre esto en el siguiente apartado.
¿Qué se considera un buen ROA?
En primer lugar, hay que matizar que el valor de un buen ROA varía en función de la industria y el sector, pero generalmente se considera un ROA aceptable a partir de 5%, mientra que un ROA superior al 10% indica que la empresa tiene una rentabilidad bastante saludable.
No obstante, se recomienda comparar el ROA con el de otras empresas para conocer los estándares del sector y poder hacer una evaluación precisa ya que, por ejemplo, una gran empresa de reparación de coches tendrá muchos activos costosos (maquinaria, instalaciones, tecnología) mientras que una pequeña empresa de cosmética no necesitará de tanta inversión en activos. Por tanto, no sería adecuado comparar los ROA de ambos casos.
¿Por qué se considera importante el ROA?
Es una información imprescindible para la toma de decisiones y la planificación de las inversiones futuras. Y es que, aunque existen otros indicadores que se deben de tener en cuenta con el fin de tener una foto completa de la rentabilidad de la empresa, como por ejemplo el ROI, el ROA indica la eficiencia de las ganancias netas, por lo que resulta especialmente útil a la hora de asignar recursos.
En definitiva, este indicador da cuenta de lo bien, o mal, que se están utilizando los activos de una compañía, una información vital para los analistas a la hora de calcular la rentabilidad. Como hemos dicho, también se utiliza para comparar los resultados de una empresa con los del resto de negocios que operan en la misma industria, obteniendo un marco de evaluación y el lugar que ocupa la empresa.
Diferencia entre ROA y ROE
Por último, es importante hacer distinción entre estos dos indicadores financieros esenciales que, aunque están estrechamente relacionados, ilustran la evolución de aspectos diferenciados. Mientras que el ROA (Return on assets), como ya sabemos, mide cómo la empresa utiliza sus activos para generar ganancias, el ROE (Return of Equity) se puede definir como la medición de la rentabilidad obtenida en función del capital de los accionistas.
Por tanto, el ROE se centra en el capital invertido por los propietarios, de manera que ofrece otra perspectiva sobre el rendimiento financiero de la empresa.
Si tu objetivo es evaluar la eficiencia operativa de tu empresa y conocer su capacidad para convertir los activos en beneficios, el ROA es el indicador exacto para este fin. Si, además, quieres obtener una visión global de la situación de tu empresa, utiliza conjuntamente otros indicadores como el ROI y el ROE. Con esta información, podrás tomar decisiones informadas que te permitirán mejorar la rentabilidad y la eficiencia en la gestión de activos.